Curso Zodiacal:
LEO
de Henrich Arnold Krumm-Heller
Querido Discípulo:
En las iniciaciones antiguas hacían sufrir la prueba del Agua bajo elSigno de Cáncer; la prueba del Fuego bajo el de Leo. La de la Tierrabajo Tauro y la del Aire bajo Géminis. El Discípulo vivía y vive siempreen Leo la redención... Por eso el redentor es siempre EL HIJO DELSOL. Si el radiante astro principió con Aries despertando el fuego,ahora en Leo verifica la transmutación en todo lo existente, madurandolos granos. Así mismo es en nosotros, pero es necesario, para eseefecto, que los espejismos de la imaginación y cuadros de la fantasíase vayan quemando y se destruyan a fin de que se despierte laverdadera personalidad de nuestro YO para que podamos crearintuitivamente. En este Signo de Leo, se encuentra el Sol en su centro,proyectando su influencia con todo vigor, y es la causa de que en lavida física no sea posible exponer al hombre, de súbito, bajo laenergía del ardiente astro. La Fuerza Cósmica, la corriente de Luz, vaentrando poco a poco con Aries. Sigue con Tauro, Géminis y Cáncer,hasta llegar a Leo donde la obra magna se realiza. Hasta este punto,se han traído todos los elementos para que se efectúe esa combustiónastral a que nos referimos, y a partir de él, yendo hacia abajo, viene lalabor de desechar lo inútil, limpiando los bajos fondos y escupiendo lasescorias.
En el Arcano 11 (el león amordazado) una mujer sonriente abre lasfauces de un león con mano suave, es decir, por un poderextraordinario que no exige esfuerzo, como si fuera el símbolo de laomnipotencia en la conquista de la naturaleza animal.
Conscientemente, pues, debe el Discípulo acercarse a este momentobuscando dentro de sí la Iniciación, porque es el Sol, dentro denosotros, en su corriente activa, quien nos la ofrece.Los rayos de diversos colores de que nos hablan los Rosacruces, quepenetran en nosotros, afluyen todos a un centro donde diríase que senutren, partiendo desde allí tan sólo uno anaranjado-oro, que pasa pornuestra columna vertebral y viene a concentrarse finalmente en elCorazón, centro de toda Luz.
Durante el invierno el Sol se encuentra más cerca de la Tierra ysabemos que su influencia es menos acentuada, debiendo ser locontrario. Es en cambio en el verano, estando más lejos de nosotros,cuando ésta es más activa y cuando más impulsa también la de losdemás Planetas.
Todo respira. Lo hace la Tierra en su ritmo constante como una damayaciente, y nosotros no sólo respiramos por los Pulmones sino quecada poro es una vía respiratoria en constante actividad por dondeinspiramos Oxígeno y espiramos Carbono. El Sol inspira a su vezFuerza Espiritual, mientras que espira Luz y Calor. Ya veremos mástarde que el Plexo Solar respira esa misma Luz y ese Calor, en tantoque expulsa Magnetismo.
Hemos pasado ya de la Imaginación a la Inspiración y suponemos quelas prácticas y meditaciones de las cartas anteriores hayandespertadora esas facultades. El Sol trae ahora la INTUICIÓN. IN,INTU, en casi todos los idiomas, son radicales que indican algoadentro, algo interior, la concentración. Cuando los hombres mediantesus cálculos y sabiduría ya no avanzan más, se les presenta la últimaClave, la Intuición, que es el polo espiritual del instinto, pues, así comoen lo material impulsa a todos los animales en justa dirección, laIntuición es la única que nos puede indicar el camino del bien. LaIntuición extrae sus fuerzas del Cuerpo, Alma y Espíritu, y como todoen la naturaleza es intuitivamente consciente, al ponerse el hombre encontacto con el Gran Todo mediante su respiración, respira a su vezsuerte, fortuna. Rama Prasad lo ha dicho: “AQUEL QUE RESPIRA,TIENE SUERTE”.
Ya hemos dicho muchas veces que no son los Planetas mismos ni losSignos Zodiacales los que tienen importancia, sino las fuerzas queradican en los Planetas y vienen a transformarse en los Signos delZodiaco. Hemos hablado también del Macrocosmos, del AdánKadmon, en que el Gran Todo tiene la figura del ser humano, y ahoraañadimos que si pudiéramos ver a distancia conveniente nuestrosistema planetario, veríamos la misma figura, siendo Leo el Corazónde nuestro Sistema, como es nuestro Corazón el punto central delorganismo. He aquí porqué sólo pueden actuar ahí las fuerzas del Solprecisamente en LEO.
Los Evangelistas son representados por cuatro figuras Cabalísticas,conservando Marcos la figura de Leo. Marcos, según la leyenda, fuepintor, y el pintor es el artista que, después de haber imaginado uncuadro le da forma por la Inspiración, pero ese cuadro ya estabalatente en el alma por la Intuición. De aquí que estén en relacióndirecta Leo, Marcos y la Intuición. En Leo tocamos ya la esfera solardel Cristo Cósmico, siendo este Signo la oposición de Acuario. Por esoMarcos propone que el Bautizo, en lugar de ser con Agua sea conFuego, y ese Fuego no es otro que el que se desprende del Sol centralactuando en Leo. Este mismo Signo como Corazón del RitmoCósmico, es el que impulsa al Sol para hacer hervir el zumo de lasplantas y hace convertir el Agua en Vino, simbolizado así en las Bodasde Canaan.
La Iglesia Gnóstica enseña el Misterio del Pan y del Vino. Pan quecontenido en los granos, creció y maduró por la fuerza solar; y Vinoque, hecho Uvas en la Vid, se desarrollo y transformó para consumirsereunidos en la Santa Unción Eucarística.Este es mi Cuerpo (el Pan); esta es mi Sangre (el Vino), dicen losRitos Sagrados de todas las Religiones, y juntos se toman. De igualmanera nuestra parte sólida y la que llevamos liquida, se hantransformado por medio de la linfa, mediante el Sol orgánico, es decir,el Chacra del Corazón, que forma y transforma todo dentro de nuestroorganismo.
En el núcleo de cada semilla hay algo de Sol, y a eso llamamos vida, puesto que la vida viene del Sol, pero no del Planeta sino de la LuzViva, radiosa, que se manifiesta y expresa por medio del Sol. LosGnósticos conocen esta fuerza como FUERZA CRISTONICA, porquela palabra Cristo (del griego) no sólo significa Ungido, sino Luz,Redentor, y es la fuerza crística o cristónica que dentro de nosotrosnos redime, nos salva y nos sublima cuando se conectan lasvibraciones de Leo en nuestro Corazón con las de Leo-corazón denuestro sistema planetario, es decir, con el Sol Central, el Padre.
La polaridad establecida en el Cosmos es ya manifestada por lasfuerzas Lunares y las Solares, parte izquierda y derecha, y es curiosoque el Nervio Óptico esté formado en Cruz. La parte derecha delcuerpo obedece a la parte izquierda del cerebro y viceversa, por estono es raro que, si bien el corazón está situado al lado izquierdo, laFuerza Pránica de Leo penetre por la ventanilla derecha de la nariz.
Cuando se hace la permutación del Oro, el Ángel que nos acompañatoma la figura mágica de Leo y entonces sentimos que el Sol es vidacreadora, Espíritu que irradia de la Fuerza Primitiva de que vivimos,gestación, florecimiento, fruto, riqueza, poderlo, brillo, éxito, lozanía.Todos estos conceptos son exponentes del Sol, y al hacer penetrarpor la ventanilla derecha esta energía pensando conscientemente enlas Fuerzas Cristónicas, nos podemos captar la REALIZACIÓN detodos esos exponentes dentro de nosotros.
Es, empero, indispensable que los ejercicios sean a consciencia, pues,ya la fuerza universal actúa en nosotros con la última práctica en lalinfa, y ahora se transforma en sangre, gracias al contacto de la fuerzasolar, tal como se forma la clorofila en las plantas.
En el Sol radica nuestra personalidad, y al llegar ese instante hemosde dejar todas nuestras Glándulas concentrándonos sólo sobre elCorazón, para que esta fuerza, que hemos hecho descender de laEpífisis, Hipófisis, Tiroides, Cuerpos Epitelares y Timo llegue a formarun septenario, ya que existe un secreto inmenso (que no podemosdesvelar) en que los siete Planetas y las siete Glándulas culminen enel Sol. Ya cuando después pasemos a las Runas y a sus prácticas,podremos comprender ese misterio.
En el corazón no puede actuarse con ejercicios gimnásticos, sino conla oración y la respiración todas las mañanas, procurando tapar laventanilla izquierda y llenando el pecho de aire. Hay que pensar queeste aire no vaya al pulmón, sino que hemos de enviarlo mentalmenteal corazón, para que actúe allí la transformación, la combustiónespiritual, que físicamente se hace con la sangre en los pulmones.
Pensamos también, al hacer este ejercicio, inundarnos de Sol con elSalmo 39, Versículos 4, 8 y 20 cuando dice: “Dios, conviértenos,muéstranos tu Rostro y seremos salvos”. El Rostro de Dios es el SolEspiritual y su fuerza es la única que puede salvarnos de losobstáculos para darnos la Iniciación.
Curso Zodiacal de Henrich Arnold Krumm-Heller
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